lunes, 16 de agosto de 2010

Nostalgia marina


“Aunque éste sea el último dolor que ella me causa

y estos sean los últimos versos que yo le escribo”

Pablo Neruda

Otra noche, mismo lugar

A quién corresponda:

Otra vez la lapicera, la hoja y el impulso de escribirte. Esta carta, esto, que será, probablemente carta. Y que no sé, no creo, que llegue a tus manos.

La copa está casi vacía y me da fiaca levantarme a buscar una nueva botella. Todavía tengo un tenue sabor a alcohol y el instinto ebrio de escribirte.

Ni sé aún a quién le escribo. El destinatario está en blanco.

El ruido de la lapicera rasgando el papel, las olas lejanas horadando la orilla. El recuerdo testarudo que no me permite olvidarte.

¿Dónde estarás?¿ Con quién? ¿Cómo? Puedo preguntártelo impunemente. Probablemente esta carta no esté nunca contigo.

¿Por qué al pensarte me pongo cursi? ¿Por qué recuerdo a Neruda: “Nosotros los de entonces ya no somos los mismos”? ¿Será otra vez estar cerca del mar? ¿Será el gusto de tus besos en mi boca?

No lo sé. ¡Qué importa! Si estoy mintiendo.

Escribo esto para justificar mi día, mi angustia y esta espera tonta.

Una página ya, casi, y no te dije nada.¿ Para qué? ¿Cuál sería el sentido? Seguramente mañana haré un bollo a estas líneas y le sonreiré al espejo. ¡Vas a ser combustible en el asado de mi nieto!

Sólo una cosa quisiera decirte. ¿Te diste cuenta alguna vez?

Matilde