martes, 3 de junio de 2008

Silencios de escritora



"Puedo escribir los versos más tristes esta noche", repetía para sí una y otra vez la escritora.


No eran versos suyos. Tampoco era chilena, ni tenía una casa en Isla negra. Pero tenía un día negro. Y estaba triste.


"Escribir es no hablar", recordaba. Entonces pensó que estba bien escribir.


"Escribir es terrible", alguien debería haber dicho eso.

Es la noche.


Las flores nacen, crecen, se reproducen y mueren. Las flores se marchitan.


Las flores.


La flor del principito era egoísta. Pero se dejó domesticar, piensa.


Escribir es estar sola.


La soledad de la escritura. La soledad de la escritora.


La soledad.


Puedo escribir los versos más tristes hoy. Y no. Ni siquiera.


La escritora deja la lapicera. Va a la cocina. Se prepara un té. Se atiende. Se mima. Se perdona.



Copyright 2008 La imagen pertence a Irene Morack