Cierro los ojos y cuando los abro estoy sola, en penumbras, en una especie de pasillo estepario, relaciono.
- Mi vida –digo, tal vez.
Y veo. Veo un cartel encima de una puerta carcomida por el tiempo y la humedad. Leo el cartel. El cartel dice: “Infancia” y me doy vuelta. No quiero mirarlo. Me duele. Me atrae y me repele a la vez. Me duele.
Esta noche inventada también me duele. Más.
“Infancia”. Qué cartel inoportuno, con olor a tostadas de abuela, a miedo al ojotazo con la adidas azul de goma gruesa, con gusto salado de la lagrima atravesada en la garganta, que pica, pica mucho y no baja y una ya no se acuerda por qué llora para adentro porque lo único que quiere es que baje eso para que no duela más todo el dolor de la infancia concentrado en algo que hay que tragar, y no baja.
Ese cartel no. Esa puerta, menos.
Hay otra puerta con un número y la palabra “años”. Ésa tampoco. Debe ser muy acuosa. ¿Cuánta agua se juntará de un llanto que dura un año? Debe ser un cuarto amniótico, inundado.
Hay otras puertas. Con carteles raros. Distintos tipos de amor. Amores en minúscula. Amores mejores y peores, tenaces y leves.
Se perciben, lejos, otras puertas. Algunas con carteles en blanco. Otras, con carteles borroneados.
Imagino un ser parecido a un ángel, sin alas, colocando una puerta, lijándola, pintándola. Le coloca encima un cartel con letras doradas. No puedo ver lo que dice. No puedo ver más.
La luz me ciega y estoy en mi cuarto. Sola. El sol me entibia la espalda. El sol. La almohada olvida mis secretos.
Afuera está lindo.
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9 comentarios:
Creo que tú y yo ha hablamos, no hace demasiado tiempo, de esta puerta en la que encuentras un cartel llamado "infancia". No dire mucho más.
Besos.
"afuera esta lindo" me quedo con eso. muero en la mia y me quedo con eso.
un abrazo
yo en cambio, hablé poco de la infancia contigo, diría Voltaire: "el secreto de aburrir consiste en decirlo todo".
con tu escritura voy conociendo algo de tu vida, adscribo a la inversión que propuso Quino por la cual la vida termina con un gran orgasmo y empieza con los achaques de la vejez, la diferencia, creo, es que tenés la certeza de un final feliz. cariños
Yo quisiera volver a esa edad, pero no perder lo vivido y saber vivir a esa edad lo que he vivido ahora de grande... creo que la vida nos pone esas encrucijadas... to be or not to be... LA COSA ES MUCHISIMO MAS GRAVE.
Capaz lo importante de recordar (diría mi querido Galeano del latín "recordis" volver a pasar por el corazón) sería hacer hasta lo imposible para darles a nuestros "infantes" ahora, hijos, hermanos, amigos, sobrinos, alumnos o lo que quieran una niñez llena de olores, colores, figuras, voces, comidos, besos, caricias, cuentso o o que quieran también para que mañana ya adultos sientan esa inmensa felicidad (por lo menos eso me pasa a mí)cuando piensan en su niñez. Verónica, siempre leo tu blog, suena interesante.
ESTA VEZ VOY A CONTESTAR ANONIMO, PORQUE ME ASUSTAN ESOS DOS OJOS QUE ME MIRAN, ESE ESPEJO, UN HOMBRE DE SOMBRERO, UN MIRA-CHÉ Y MÁS AUN UN ANONIMO...
EL CASO ES QUE ME ENCANTA PASAR POR TU BLOG, RECREARME CON TUS TALENTOS Y UN POQUITO MENOS CON ESOS OJOS Y ESA SONRISA QUE DICEN MAS QUE TODAS LAS PALABRAS QUE CUALQUIER PERSONA PUEDA ESCRIBIR.
SIN SER MI ESTILO, DEJO UNA FLOR, Y ME SALGO
SALUDOS VERONICA
No se puede cambiar el ayer, ese es nuestro cimiento nuestra base para el hoy. NO se puede cambiar el mañana, pues aún no llegó. NI siquiera (pese a los listillos que así lo afirman) se puede decidir el momento, el ahoramismo. Sí que podemos ser conscientes, sinceros, y sobre todo:observadores fieles.
Tanto del ayer, como del hoy...como de ese mañana, que al llegar dejará de serlo.
Podemos decidir sobre la "aptitud" presente, en el presente. El resto... es otro cantar.
BESOS compi. Sigamos caminado, entre puertas, y mientras tanto en los descansillos de las escaleras, compartamos pues, y burlémonos de todo, del ayer, del hoy, y de ese tal vez mañana. La vida, no deja de ser una BOLUDEZ creada por Dioses, màs boludos todavía.
jjajaj. Iré al infierno; eso seguro jajaja si acaso me soportan allá, jajaja
Gracias a todos por sus comentarios! Cómo moviliza esta etapa de la vida no???
Anónimos mios, quiéens sois??? Qué curiosidad...
Antonia! Si te vas al infierno vayamos juntas q nos vamos a divertir más!!!!Jeje
Cariños
kuki:este ya me lo habias mostrado,pero siempre q lo leo tiene el mismo efecto en mi,mucho miedo a las adidas q yo tambien la sufri,por dioss.
besotesss.
toti
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